Cuando ya me haya ido
Foto: Tamia Portugal
Cuando ya me haya ido amor,
búscame en el horizonte,
búscame en el ténue ocaso
y me encontrarás con el lucero.
No te canses, no me olvides,
sólo... búscame.
Piensa en aquel arroyo,
búscame el el agua fresca
siéntela cerca tuyo
y sentirás mis labios, mis besos
cuál fruta tierna y fresca.
No estés triste, no llores, solo recuerdame.
Recuerdame en la sonrisa de un niño
en la inocente brisa
que se transforma en vendabal.
Recuerdame en las flores,
en la fuente de agua viva,
en el vuelo de una ave,
en la luz de un candil encendido.
Cierra los ojos y escucha tu corazón
él, te abrirá el cofre de los recuerdos,
él, me traerá de vuelta a tí,
él, te recordará que te amé, te amo y te amaré.
Cuando me haya ido amor,
no mueras conmigo,
vive por mi y por ti, hónrame así.
Nunca olvides que estoy contigo,
tomándote de la mano,
aunque solo la sientas como una brisa
besándote y acariciándote
aunque no lo creas.
Cuando me haya ido amor,
no desesperes, no llores,
búscame en tu corazón
y allí me encontrarás
solo para ti, eternamente.
Si alguien preguntara
A donde ha ido Sokan,
decid tan solo:
"Tenía cosas que hacer
en el otro mundo"
último Haiku de Sokan
viernes, enero 27, 2006
domingo, enero 01, 2006
Tiempo y cine
Ayer desperté con muchas ganas de escribir, incluso tenía las frases en mi cabeza, me levante lentamente para que las ideas no se desordenen, respire profundo, pero fue cosa de salir de la pieza, los llamados telefónicos, las conversas, el tiempo de prender el computador. Se fueron enredando las cosas.
Hoy ya es otro día, el primer día del año 2006, falta poco para el 2046, para esa fecha tendré 70 espero ya estar cerca de ser abuelo para esos días.
Algo me acuerdo de lo que quería hablar… Se trata de la amistad…
Desperté reflexionando sobre este año que pasó y me di cuenta de haber vivido muchas experiencias, la mayoría gratas y de las que no lo fueron aprendí mucho, así es que ni una queja.
A los amigos, a los amigos queridos quiero decirles que: La intensidad de nuestras experiencias, que incluso no llevaron a tomar distancia, no fue motivo de perder el gran cariño y respeto que guardo para con ustedes.
Fueron tiempos difíciles, de mucho aprender y de lo que más aprendí es que es tiempo de hacerse cómplices, querámoslo o no somos una generación y nos vamos a tener que acompañar, aunque le demos la vuelta al mundo nos seguiremos encontrando, aunque nos tapemos los ojos, nos pasará lo que a la avestruz. Así que es tiempo de recuperar nuestro espíritu de clan y seguir haciendo lo que mejor hacemos películas, o por lo menos pasarnos películas.
Sea como sea les deseo sinceramente un año de sueños cumplidos, en los que reconozcamos la alegría de vivir y de compartir.
Que nuestra pasión por el cine siga siendo el espejo de nuestras sonrisas y pucheros…
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