Saltos Quánticos

Una copa de vino para cerrar el ciclo.
Mientras suena la infancia, paisajes del día en que mi madre me mando con un ramo de rosas para repartir entre mis profesoras un día de la mujer. Al principio, sentí algo de vergüenza con dicha idea, pero hoy recuerdo con alegría el rostro del dulce desconcierto.
Las rosas que llevé aquel primer día de clases, fueron cosechadas entre los dos un domingo de soleado otoño, pero ojo, en Lima todo el año es primavera, así es que podríamos decir era un día de sol primaveral en otoño.
Hoy, al salir de mi casa, me encontré con el mismo tipo de rosas, igual de grandes, silvestres y con ese olor que me acompañó aquella mañana en un bus atiborrado de personas que comienzan el día apretándose como sardinas para llegar a trabajar.
De la casa de Santiago a la escuela de Barrranco, un instante y un paso de cuatro mil kilómetros, pero sobretodo el placer ser niño otra vez.
Con el detalle de los colores kitsch halagando los coquetos pétalos rosas con amarillo, el sol dominguero y la nostalgia de asombrarse con lo simple, con lo pasajero... desperté.
Y otra vez la sensación de que es tiempo de sentarse a contemplar y escuchar en el silencio, la sensualidad del apacible tiempo.
Soltar en paz y no aferrarse, es un ejercicio que me a costado una vuelta al mundo, por decir algo.
El miedo al abismo me hacía preferir la roca donde golpea fuerte el mar y la memoria, generosa pero socarrona, se ríe de mi y de mis temores.
Nuevamente estoy agradecido de las lecciones alegóricas sobre el amor, sobre el dialogo de los pequeños gestos que perduran en el tiempo, nuevamente estoy agradecido de la cosecha de las rosas y del viaje en esa pequeña esfera que generaba el olor de las flores, en un bus lleno de adultos que miraban extrañados a un escolar con cara de sueño y un ramo entre las manos.

Buenos tiempos

Como en la canción de Bjork “Big Time Sensuality”. Puedo detectar que algo bueno se viene y es tiempo de tomar valor para disfrutarlo de la mejor forma.
Hay una gran sensualidad en este apacible momento.
Es tiempo de sentir el viento alegre en las mejillas y de volar abrigado por la luz del sol.

Generosidad

Abrí los ojos y el cansancio me los volvió a cerrar, insistí y pude aproximarme al dado de infinitas caras, en él observé que el tiempo sabia cohabitar con otros tiempos, es lo más cerca que he podido estar de la luz, pero aun, eso está muy lejos.
Despertar y mantenerse despierto se hace difícil, sobretodo en una casa de dormilones, pero como en toda casa que se aprecie, para mantener el equilibrio; cada cierto tiempo aparece un diablillo generoso que hace ruido y mueve las cosas con el afán de despertar nuestras conciencias.
A el y a sus amigos lúdicos les doy unas silenciosas gracias por darme la oportunidad de creer en el equilibrio dinámico entre energía y materia.
Las charlas de Raúl Ruiz y sus amigotes fueron extremadamente nutrientes y esto es todo lo que puedo decir de tan grata experiencia.
No se si logró la transposición que buscaba, pero de lo que si puedo estar seguro es que alegró el asar de las ideas, las combinatorias son infinitas. Todos ganamos cada vez que se lanzan los dados, por lo tanto no hay ganadores ni perdedores, no hay competencia, solo la libertad de hacer girar la ruleta del loco.
Ojalá algún día pueda tener en mi colección de DVDs el film “Las almas Fuertes”. Y claro “Días de campo” que se estrenó comercialmente hace un par de días en Chile.
Dos films cuánticos costumbristas, uno de gran presupuesto y otro bastante austero, que hablan de lo humano cohabitando con la eternidad.

Primavera

Desperté recordando las calles de la infancia, mire por la ventana y el viento movía las hojas, las ramas, los árboles, el polen el polen, lo ácaros…
La primavera me encanta, pero para mi y para muchos viene con un bonus track del terror: las alergias…
Ayer mi maestro de Medicina tradicional china diagnosticó exceso de Yang en todo el cuerpo, mis pulmones no humectan lo suficiente, falta yin en mis riñones, me preocupé un poco, pero el doc dice que el tratamiento es fácil, alimentándome bien y con algunas sesiones más de acupuntura habré recuperado mi equilibrio relativo, la energía de mis órganos será equivalente en Yin y Yan y mis alergias habrán desaparecido.
Tengo la sensación de mirar, desde el umbral de una puerta que lleva 4000 años, un nuevo cosmos, observo el comportamiento biológico de mi cuerpo desde otra perspectiva, es el primer paso a una nueva forma de ver.
Ahora me contento con la aproximación a algo que miraba desde lejos, pero que no dejaba de atraerme como el tesoro de la colina ajena.
Las ideas convergen, hace unos días Raúl Ruiz dio una conferencia en el café literario y habló, entre otras miles de cosas, de las montañas que contienen el centro del océano, no hay explicación literal, solo con un poco de observación y el desapego a los prejuicios para abrir nuevas ventanas, nuevas puertas.
La cuántica y la teoría de las cuerdas, remontan al concepto de los cuerpos celestes y los cuerpos terrestres de la medicina China, la cinematografía pone en manifiesto la cohabitación de los tiempos de Rupert Sheldrake, la ciencia, el arte la religión se toman de la mano, se confunden y por ello, no dejan de ser lo que son.
Y yo, me siento pequeño como una semilla de jacaranda, llevado por el viento, buscando tierra firme para ser un árbol de buena sombra

perdido en el tiempo

Es verdad, a pasado mucho tiempo desde que escribí la última vez, he estado un poco flojo y he pasado poco tiempo cerca del computador y para cuando me he sentado frente a la pantalla el trabajo y los correos electrónicos me han abducido, pero ya esta, estoy de vuelta y con buen animo para hacer un pequeño acercamiento de lo acontecido por estos días…
Para atrás, entonces: Valdivia es lo más lejos que tengo en la memoria, el festival de Cine y los amigos de Jirafa estrenando el cortometraje “Lobos” en una sección llamada algo así como documentales y nuevas tecnologías.
Luego de una charla de una hora y media sobre las bondades de las cámaras HD Y HDV, el público y los actores que en su mayoría eran niños, superando el aburrimiento se dejaron llevar por el espíritu del viaje que había en la película.
El experimento funcionó, filmamos una película en Valdivia con todos los días bajo la lluvia, logramos una atmósfera nostálgica y alegre a la vez, bien merecido se lo tenían los Valdivianos, que tienen un lugar hermoso, aunque empresarios sin escrúpulos y negociadores arribistas contaminen sin piedad .
Un poco de cariño después de todo lo que la están contaminando, no les viene mal y a ver si nos damos cuenta de lo triste que es destruir un lugar tan hermoso.
Ahora un poco más atrás en el tiempo, en pocos días pre produjimos, con Bruno Bettati y su equipo mitad Santiaguino mitad valdiviano, un video clip de GO…
Primero un acercamiento con su productora manager, luego una conversación con él en un café, ponerse de acuerdo con el presupuesto que siempre es muy ajustado y a filmar, hasta horas antes del rodaje hicimos un casting, que después de todo nos quedo muy bueno, gracias entonces a Paula Leonchini, que trabajo pacientemente y a sus guapas sobrinas que colaboraron desinteresadamente.
Aquí el proyecto que sedujo a GO:
“Comunicamos nuestro amor y nuestro deseo, con el cuerpo a través de gestos y acciones como, brazos abiertos, sonrisas, miradas, besos etcétera.
Estos signos y símbolos son la forma más primaria de comunicación y se conforman como uno de nuestros lenguajes más antiguos, si no el más antiguo.
Toda visión de amor perfecto lleva intrínseca la pesadilla de su perdida.
Amor y deseo están siempre presentes en nuestro cotidiano, incluso en la soledad.
Los relucientes objetos de nuestro deseo suelen desaparecer ante nuestros ojos, pero la memoria es nuestro ángel guardián y es a través de ella, que en nuestro espíritu proyectamos todas aquellas imágenes que fueron parte de nuestra realidad y fantasía.
En una reciente conversación con Go, fuimos descubriendo y desarrollando la idea de la necesidad, de un modo minimalista, de evocar ese estado de las cosas.
Por que, aunque con el paso del tiempo y en nuestra condición de seres vivos, vamos mutando, hay algunas cosas que de algún modo u otro “Siempre serán así”
Es por eso que hemos elegido los besos como hilo conductor de nuestra narración, múltiples besos, sin ningún tipo de prejuicios, besos que desde la síntesis del lente macro nos hablen de los diversos afectos, de los que están y no están, de los que imaginamos y los que experimentamos.
Con la intervención de sus tiempos naturales en la posproducción, al ritmo de las pulsaciones de la canción, invirtiendo la línea de tiempo en el gesto de besar, invocaremos la idea de aquello que está y no está.
Mientras suceden los besos, en un fondo negro mantendremos en cuadro a Go ( A foco y fuera de foco), un micrófono y un sofá, desde donde con el paso de la canción ira apareciendo el cuerpo de Go y desapareciendo la tenida de ropa con la que fue observado al principio”.
Agrego esta sinopsis del video clip, para poder contar que al fin no hice mucho caso de lo que escribí, pues la puesta en escena siempre tiene su propia personalidad y se ofreció de otra manera.
Un gran colaborador fue nuestro querido Waldo que una vez más fue el gran maestro de ceremonias, gracias nuevamente, por la paciencia y la confianza.
Hablando de confianza, no me queda más que agradecer también la confianza de GO que una vez que acordamos filmar creyó plenamente en el proceso creativo y se dejo llevar.
Bien pues, hasta aquí el regreso al blog.
Prometo más constancia, pese a que viajo a Copiapó a un nuevo proyecto experimental encabezado Por Rodrigo Terreros ya les contaré sobre esto, que está muy interesante.