La interprete

Soy de la tierra... donde se siembra y cosecha papa o cebolla, soy de aquel lugar donde el silencio tibio anuncia la lluvia incansable, creadora de ríos que despiertan el desierto. Ahí donde también crece la castigada uva que da el mejor pisco o vino tinto.
Pero eso no es suficiente, por que el equilibrio es diariamente intervenido por fuerzas dominantes egoístas y las consecuencias me entristecen, así y todo no dejo de asombrarme de como los más perjudicados crean el espacio para celebrar la vida y derrotar la muerte artificial, ya que la natural es recibida con sabia tranquilidad.
Que extraño, que Nicole Kidman me evoque el sabor agridulce que siento al pensar en nuestros países pobres donde hemos nacido y crecido, ¿Pero es que Sean Peen y Sydney Polak se han confabulado para hacer de ella una rebelde con causa?.
Un film de genero policial y suspense, nutrido por un contexto político contingente, que se casa lo suficiente como para sobrevivir al sistema de autocensura gringo, pero que invita de todas formas a la reflexión desde cualquier punto de vista, es siempre un interesante enigma.
Efectos especiales, música, complicidad romántica y suspenso elevado, terminan sin querer en un homenaje a mujeres con el espíritu de la joven de Olimpia RACHEL CORRIE, que a sus 23 años fue asesinada en Gaza por excavadoras israelíes que intentaban abatir las casas de los kamikazes y de sus familiares, en territorios palestinos.
El 15 de marzo, en Rafah, Rachel se sentó pacíficamente en la trayectoria del Buldózer, el conductor la vio y continuó avanzando, le pasó por encima.
Un grito de paz entonces a nombre de esos 23 años de lucha por celebrar la vida y que ese espíritu y el de los que creen en la convivencia justa y equilibrada nos mantengan despiertos.