Noche

Llegué a casa, algo cansado pero muy contento.
Hoy hay un par de narcisos adornando la sala en una lámpara que me regaló la abuela...
En realidad la señora, por que ya es muy señora, de cómo 96 años, me había obsequiado una lámpara convertida por ella, de vidrio de Murano, pero un pequeño accidente le devolvió la identidad de florero al que habían injustamente convertido en lámpara, ahora el está feliz, sin problemas de identidad, con un poco de agua y cada cierto tiempo con una que otra flor.

El viaje de hoy fue un making of promocional de una teleserie llamada “Gatas y Tuercas”, nunca había filmado algo en lo que no tenía ni una pizca de control, todo estaba diseñado para un evento donde nosotros solo éramos un pequeño lujo de urgencia en el departamento de marketing. Teníamos que adaptarnos o morir, la guerrilla misma.
Esperemos entonces que el Tranfer de mañana no sea tan terrible, pues para colmo de colmos no podré asistir desde el principio, por que tengo una grabación para el documental de Michell Bachellet, entrevista que ademas de estar fijada ya hace muchos días, me parece interesantisima.

Me voy por las ramas, a lo que iba es que en el evento me encontré con Erto Pantoja un actor a quien me gustó mucho ver, tranquilo y contento con su llegada al elenco del canal 13 Y con Nico Saavedra con quien filmamos hace no mucho, el corto XX, que casualmente transferimos hoy con Cristian (Crisis).
Luego de conversar un rato con ellos de lo mucho que me había gustado el material, de la atmosfera que hay en él, iniciamos nuestro trabajo en la sala de maquillaje, ahí estaba sobretodo el elenco femenino y me di el gusto de hacer muchos retratos de las chicas, que ejercían el maravilloso ritual de transformarse en sus personajes, que por cierto tienen que ser de alguna forma empáticas, encantadoras y coquetas. Y es ahí donde me vino la idea de lo interesante que sería hacer un documental filmando a muchos actores frente al espejo en el rito de maquillarse y desmaquillarse. Algo así como vestirse y desvestirse, cargarse y descargarse.
Deve ser que que el tema se me hace atractivo, por que uno de los grandes misterios de mi infancia, estaba relacionado con el enorme tiempo que le dedicaba mi abuela materna, al maquillaje.
Ahora con el paso de los años he comprendido que cada mañana ella se posesionaba del personaje que representaría durante el día.

Del mismo modo que con mi lámpara-florero, esta señora, que es mi abuela, sin maquillaje era una fuente de luz natural y con maquillaje se convertía en una gran florero que requería de muchas flores. Pero la cosa no se queda ahí por que el pequeño accidente de la vejez la obligado a ser una fuente de luz natural y eso me gusta mucho, aunque a ella le provoque mucha ansiedad.