Nuevos amigos

Llegada a Santiago, 7 de la mañana…
A diferencia de la ida a Valdivia, el viaje de regreso estuvo mejor. El único momento donde peligró la tranquilidad fue a las doce de la noche, cuando paramos en Temuco y una manada de cachorros púberes cortejándose subieron.
Parece que venían de algún campeonato de voley, lo bueno es que mientras yo recordaba mis paseos de la escuela, por el interior del Perú y los amores de esos tiempos, se cansaron y prontito de cómo 20, roncaban tres muy fuerte, pero como tienen caja toráxica pequeña hasta sonaban tiernos.
Luego de un recorrido subterráneo hasta el metro Escuela Militar, una pequeña espera junto a mi compañero de viaje Christopher Murray, que estaba de cumpleaños y que amablemente me ofreció un aventón a la casa.
Mientras esperábamos, asomaba el sol tras la cordillera, un contraluz espectacular caía sobre las personas de las que solo se veían sus siluetas, para descansar un poco la vista era mejor subir la mirada y apreciar las nubes blancas y espesas, que poco a poco le daban espacio al imponente azul.
La constante de este año: El privilegio de ver una cordillera de los andes, en primerísimo primer plano con nieve hasta la Reina, lo primero que se me viene a la cabeza en ese momento es: Continúa el estilo fotográfico de Valdivia.
Ya a la altura de Vespucio con Tobalaba, habían policías cortando el transito, mucho barro, palos, troncos, piedras. Como en los mejores diluvios, solo faltaba encontrarse con Noé y sus animales.
Una pequeña toma de conciencia y la pregunta de cajón: ¿Cómo estará mi casita?…
Igual que en las mejores películas de Hitchcock, tras el rechinar de la reja metálica, belleza y suspenso se sumaron, en el patio había una alfombra de pétalos de ciruelo japonés, aquí nos pasamos a Akira Kurosawa, pero inmediatamente retornamos al cosmos de Alfred, con el terror de lo que encontraremos tras la puerta.
Una vez vencido el miedo descubrí que no había pasado nada, el pasillo estaba seco, que respiro… entré las maletas al sector del computador y sentí un extraño ruido que venia del piso, plash, plash, una gotera había hecho lo que no pudo hacer el gran cauce exterior, el agua se coló por el techo y con su habitual perseverancia mojo todo el Living, por suerte no hubo daños, la gotera tuvo la decencia de esquivar los aparatos eléctricos, libros y discos. Me saló barata.
Y mientras escribo esto trato de hacer un balance del rodaje de “Lobos” y lo que más contento me pone es nuevamente darme cuenta de lo interesante que se ponen los proyectos, cuando el equipo cree en lo que está haciendo…
Trabajar con Waldo Salgado de asistente de dirección es siempre es un agrado, yo le pondría: el maestro del tiempo en el plató, pero además, en está oportunidad fuimos compañeros de viaje y que gusto me dio compartir la risibilidad de nuestras historias.
Leí que Francisca Heitzer era la vestuarísta, pero a ella no solo le agradecería el buen gusto para elegir las ropas, también la sonrisas, los sándwich de queso caliente, chocolates y té de hiervas con los cuales el equipo entero sobrevivió a la lluvia y el frío.
Como tengo un gran problema de distracción con los nombres recién me entero que Pingüino el director de arte se llama Rodrigo Guerra, de el ya dije que me encanta su forma de componer los elementos que ya están en el lugar, pero quisiera agregar que me sorprende la facilidad que tiene para relacionarse con los niños, debe de ser su espíritu transparente y tranquilo, eso se notó también en el rodaje.
Rodrigo González, Rocco fue un productor muy comprometido, pero hay que decirlo… que buen actor es la secuencia del bote en Punucapa es de las que más me han gustado y eso que me ha gustado filmarlas todas.
Me vienen a la mente también, las carcajadas refrescantes de Carla, pero no solo eso le tengo que agradecer, ella como Carlos fueron mis grandes cómplices en la cámara.
Carla con el abastecimiento incansable de toalla de papel para el lente, que había que secar antes de cada toma y Carlos con su disposición a poner la mano donde hacía falta, siempre atento al plumavith de relleno para la escena.

Alegria del fin de rodaje

En fin, hemos terminado. Me costó despertar esta madrugrada, sentí los enfriamientos y las mojadas de los tres días anteriores.
De todas formas el día fue perfecto, terminamos temprano y aplaudimos, el fin de rodaje, con el sol en nuestros rostros, anunciando un exquisito asado de sierra, tres pescadotes como para 15 personas, los lobos de la feria se comen una sierra como si fuera un canapé, me voy por las ramas, ya sé.
Manuel, el tercer joven actor hoy se lució, es increíble como maneja los tiempos y lo sutil que es para expresar lo que Ilan le pide. Es un actor nato.
Hoy grabamos en el interior de una casa en Punucapa, la dirección de arte me encanto, Pingüino tomó los elementos que habían en la misma casa y los recompuso, lo mismo hice yo con la luz, tome lo que entraba por la ventana y las puertas. Nada más.
Hemos cumplido y nos fue muy bien, no fue necesaria ninguna luz artificial, tomamos lo que nos dio la naturaleza. Gracias Ilan por la confianza.
Hoy mi plano exterior preferido fue el bosque de Arrayanes, con Manuel bajando por el cerro. La luz se descolgaba entre los árboles y hacia brillar todas las hojas verdes que hacían contraste con el naranja de los troncos.
Ahora están todos contentos pidiendo ver material, yo me preparo para el regreso a Santiago.
Mañana tengo que grabar una entrevista que no me estimula mucho, como quisiera solo dedicarme a la cinematografía, lo pasó muy bien desafiando el destino.
Hoy me di cuenta que, lo que me gusta de la cinematografía es que hay que conectarse con el presente, con la saudade de la infancia y la esperanza en el futuro.
Así es entonces como parece que me estoy sintiendo alegre de vivir, de haber vivido. Con esperanza de seguir viviendo.
Gracias tambien a todo el equipo que trabajó, enfrentado las inclemencias del tiempo, sin dudar un instante.

Granizo y algo de cansancio

Hoy comenzó el día a las 5 de la mañana, con una pequeña emergencia veterinaria, la perrita de nuestros amigos Ilan y Bruno, tenía una herida en la pata… entonces, estrategia paralela, mientras Bruno despertaba al veterinario, fuimos a recoger a pingüino nuestro director de arte y a Francisca, madre de Manuela (la guagua), que además es quién nos mantiene con calorías en el cuerpo durante el día. Como buen tercer día se habían quedado dormidos, vamos acumulando cansancio.
Nuevamente mucha lluvia pero ahora con mucho frío, mientras grabábamos en un botecito pequeño recibimos nuestra primera descarga de granizo, tengo la sensación de haber hecho muy buenas tomas, con contraluces bien sazonados de nubes oscuras tras los personajes, luces y sombras sobre los bancos de juncos, detalles de agua que nunca dejan de ser hipnotizantes.
Lo que no nos pasó por la cabeza es que el sol se iba a colar entre las nubes antes de terminar nuestras escenas finales en el mercado fluvial.
Para Manuel, nuestro tercer actor, ese fue un momento difícil, nosotros montados en el techo de un barco hacíamos el plano de alejamiento para descubrir la feria con él en ella, jugando con su carrito, la lentitud del proceso por los cambios del tiempo dieron espacio para que Manuel recordara que no había dado un buen examen en el colegio, empezó a imaginar cosas y cuando la luz que esperábamos llegó, nos dimos cuenta que nuestro pequeño amigo lloraba.
Tras una pequeña negociación, se resolvió todo y al fin hicimos una plano muy bonito, del que no estábamos seguros hasta que lo vimos hace un rato.
Una pequeña anécdota:
Ayer, por alguna casualidad nuestro making off, Christopher quedo vestido de amarillo y el equipo completo tenía ropa para la lluvia azul, un vendedor de la feria fluvial le pregunto a Bruno Bettati el productor, que por que había una cámara que filmaba a la otra cámara y por que el que llevaba esa cámara estaba vestido de un color diferente.
Nos llamó mucho la atención, el como se puede observar un rodaje desde lejos, lo mismo pasa cuando nosotros nos acercamos a ver esta feria donde los lobos de mar se comportan como perros de la calle.
Mañana queda medio día de trabajo y en la tarde retorno a Santiago, del que me enteré que está en preemergencia por un temporal que ya lleva varias comunas inundadas.
Así y todo estoy muy contento de regresar, lo he pasado muy bien aquí, pero ahora si que tengo ganas de ver unas películas en dvd con la estufa prendida, un frazada sobre las piernas y algo rico de comer.
Que así sea………

Despertar de Mandarinas

Desayuno, llueve más que ayer, Manuelita a despertado algo resfriada y hoy tendremos que plastificarnos, me preocupa el comportamiento de la cámara HDV, los equipos de video no son muy resistentes a la humedad.
Ayer nos divertimos mucho corriendo por la costanera, viendo reír, con las gracias de su padre, a Manuela. Casi que dan ganas de criar, pero por ahora esta bien ser el tío que filma.
Bruno Bettati se veía muy divertido corriendo con un quitasol de colores chillones tratando de cubrirnos del agua que corría de lado.
Mientras maniobrábamos la bicicleta, los autos en la calle se detenían para ver que cosa rara estaba sucediendo, es extraña la energía que se reúne en un día de filmación.
Desperté contento pensando en mandarinas, espero que no sea un aviso del cuerpo que pide vitamina C y que sea el dulce recuerdo de una mañana compartiendo gajos del fruto de la armonía.
En la mañana tuve que detener la escritura por que salimos a filmar. Continúo con el relato, confirmando que mi cuerpo festejaba la mañana de mandarinas y no requería la vitamina anti resfrió.
En un lugar que se llama Quitacalzón, donde viven Ilan Y Bruno con Internet inalámbrica, trato de recordar lo que fue el día de rodaje, mucho viento, más frío que en el primer día, pese a que la producción nos abasteció de trajes contra el agua, no solo nos mojamos, si no que también tuvimos que parar a tomar calor un par de veces, 20 minutos para secar la ropa y nuevamente sentir nuestros dedos.
Con los pantalones sobre la chimenea y en calzoncillos me sorprendió una llamada telefónica que me devolvió el calor al cuerpo en un instante.
Luego nuevamente a enfrentar el temporal, nuestra actriz Antonia se portó como una heroína, trabajó concentrada pese a las inclemencias del tiempo y sus labio morados por el frío. Venció además el miedo a los Lobos marinos de la feria fluvial de Valdivia, que no deja de parecerme un zoológico abierto.
Debido a las condiciones del tiempo, el retrazo del almuerzo, la hipotermia en el equipo y sobretodo el resfrío de Manuelita, decidimos detener el rodaje hasta mañana.
Para el día que se nos viene, el pronostico es pick del temporal.
Parece que van a plastificar por dentro al protagonista de la tercera historia. Yo solo espero que continúe la lluvia o por lo menos que se mantenga nublado por que si sale el sol estoy frito con la continuidad de la luz en la película.
Mañana partiremos a Punucapa un pueblo de los alrededores de Valdivia de donde zarpa nuestro protagonista Manuel a su aventura diaria.

Desafiando valdivia

Pese a la perseverante lluvia, el primer día de rodaje ya está en el canasto, el equilibrio precario se manifestó en varios momentos del día, pero los personajes terminaron por entregar lo mejor de sus espíritus.
Antonia la más grande de todas las protagonistas, con sus aproximados 9 años, se entendió de maravilla con una perra cachorra llamada Dona, lo más complejo de esa historia está superado:
Filmar el interior de un auto sin luces de apoyo, siempre es una apuesta y más aun cuando no se sabe como se van a comportar los elementos a componer, pues el fondo tiende siempre a sobre exponerse y el interior pierde detalle.
Pero la verdad es que eso no fue lo más difícil, por que por un momento me sentí como grabando Ovnis con otro personaje… una guagua llamada Manuela que ha cumplido recién un año.
Muchas veces no hizo lo que nosotros queríamos, pero esas veces, a cambio, nos ofreció grandes momentos de dramaturgia infantil.
Grabar su silueta mirando por una ventana del segundo piso, más algunos minutos de su siesta y un gran despertar, le dieron a ella un aire muy especial, la presentación del personaje bordea la oniría,.
No puedo no hablar de su dulce sonrisa que durante el día, era tan persistente como la lluvia.
Lluvia constante, vientos fuertes, muchos exteriores, poca certeza del comportamiento de los personajes y sobretodo muchos planos, nos mantuvieron atentos y en algunos momentos presionados.
Pero que gusto da llegar al final del día y reconocer que el equipo que va tras las cámaras, está más que comprometido, cada uno se desafía a si mismo para ver hasta donde puede llegar el equipo completo y de que modo podemos aportar para obtener la mejor imagen al servicio de una buena narración.
El broche de oro fue la secuencia en la costanera Valdiviana, en aquel momento no solo la lluvia no nos daba tregua y además comenzaba a hacer frió, también se iba la luz.
Después de algunas dudas la determinación de los padres de Manuela se nos contagió e hicimos todos los planos del recorrido al borde del río Calle Calle, incluyendo las del bicigrip. Aunque quedamos totalmente mojados quedamos muy contentos.

Marte

Este es un mail que me envio una amiga a quien quiero mucho, siendo tan magica la noticia he querido compartirla...



Marte aparecerá a fines de Agosto y se llegará a ver del tamaño de la
Luna.
Marte, el planeta rojo, se verá espectacular.
Este mes y el próximo, la Tierra estará alcanzando a Marte en un encuentro que culminará en la más grande aproximación entre los dos planetas, en la historia recordada.
La próxima vez que Marte se acercará tanto será en el año 2287. Debido a que la gravedad de Júpiter jala a Marte y perturba su órbita, los astrónomos pueden solamente estar seguros de que Marte no se acercó tanto a la tierra en los últimos 5.000 años, pero puede durar hasta 60.000 años hasta que vuelva ocurrir.

El encuentro culminará el 27 de Agosto, cuando Marte se acercará a 34.649.589 millas de la Tierra y será (aparte de la Luna) el más brillante cuerpo en el cielo de noche. Llegará a tener la magnitud de -2.9 y aparecerá 25.11 segundos de arco de ancho. En el momento de culminar Marte se verá tan grande como la Luna llena, a la simple vista. Marte será fácil de ubicar. Al principio de Agosto se levantará en el Este a las 10 p.m. y alcanzará su azimut aprox. a las 3 a.m.
Al final de Agosto, cuando los dos planetas estarán lo más cerca, Marte aparecerá al anochecer y llegará a su punto más alto en el cielo a las 12.30 de la noche.
Es interesante de observar porque nadie ha visto esto hasta ahora, al menos de que se tenga registro en la historia contemporánea de la humanidad.
Marca en tu calendario para el principio de Agosto y verás a Marte ponerse progresivamente más brillante durante el mes.
Comparte esto con tus niños, nietos y amigos.

NADIE CON VIDA HOY, VOLVERÁ A VER ESTO NUNCA JAMÁS.
AMIGOS CINEASTAS, SERA EL MEJOR MOMENTO PARA FILMAR MARTE

Nervios

Mañana parte la filmación de “Lobos” ,Waldo e Ilan trabajan en el guión técnico. Mientras yo escribo esto, participo esporádicamente, parece que hay muchos planos por día… clásico.
Mi propuesta es casi dogmática, ningún tipo de luz, solo un par de pantallas reflectantes y libertad absoluta para los actores y el director.
Aprovechar lo que nos ofrezca la madre naturaleza es una apuesta que no deja de ponerme nervioso, o queda bueno o queda muy malo, vamos a ver que pasa.
Ilan, el director ya está un poco nervioso y eso me gusta, por que quiere decir que estamos todos a flor de piel.
La hora de citación es 6 de la mañana en locación, queremos aprovechar la neblina y el pronóstico dice lluvia, en Valdivia no se sabe hasta el momento en que tienes que hacer la toma, esa es parte de la magia de esta ciudad.

Tempestad

No hace mucho que estuve en Valdivia, el tiempo en aquella oportunidad era implacable, pero por alguna razón me sentía protegido y tranquilo.
Salí a la calle para encontrarme con el temporal y disfrute del viento a 150 kilómetros por hora. Había cierto aire de libertad y los techos de metal oxidado se desprendían como hojas de papel.
No muchas gotas, pero si muy gruesas golpeaban mis mejillas mientras disfrutaba de la luz cambiante.
Hoy llegamos un poco atrasados, pero se podría decir que fue en un buen momento, el sol se abría paso entre la neblina, el musgo de los árboles brillaba con miles de verdes y el río Calle Calle consagraba en su reflejo la tranquilidad con que sucedía todo.
El viaje no fue del todo grato por que el bus se detuvo muchas veces, pero de todas formas desperté muy contento, la tarde antes de salir de Santiago me regaló un dulce e impermanente encuentro.
Pero con el paso del tiempo comencé a sentir un vacío en el estomago y no era hambre, no sabía muy bien que me pasaba pero me sentía incomodo, ponía demasiada atención en mi teléfono, parece que me había acostumbrado a los mensajes tímidos y discretos que recibía en Punta Arenas, el silencio me asustó.
Mientras visitábamos las locaciónes para el cortometraje “Lobos” me preguntaba que es lo que esta pasando, que se mezclan tantos sentimientos, miedo, desconcierto, alegría emoción, todo muy intenso, pero al fin solté y esa majamama de emociones se transformó en una sensibilidad especial para ver las cosas y disfruté mucho de lo que quedaba del recorrido.
Luego, el bicigrip llegó e hicimos la pruebas con una de las actrices más jóvenes con las que he trabajado, la sonrisa de Manuela, que recién cumplió un año, me hizo olvidar todo, el contraluz en su rostro y el paisaje me trasladaron a la misma emoción que sentía la vez anterior que estuve por aquí, el temporal que ahora llevaba por dentro se desvaneció, nuevamente me sentí protegido y tanquilo.

Entre sueños y recuerdos

Estos días han sido algo extraños, ficción y realidad se han ido mezclando al más puro estilo del cortometraje XX , del que aun no sabemos nada.
Salvo, que revelaron, pero aun no hay noticias, ni siquiera de la densidad del material, el fin de semana cayó de sopetón y ahí quedamos con la neura a flor de piel.
Mientras tanto el viento sopló fuerte, tan fuente que llegué a Punta Arenas, fuimos a grabar con Leo de la Barra, Veronique, Mewi y Pablo Salas, algunas de las actividades de Michelle Bachellet, para un documental que hace Alice, una Productora Belga.
Cuando llegamos, toda la zona estaba cubierta de nieve, los paisajes eran estremecedores, sobre todo el camino de Punta Arenas a Puerto Natales.
Lo increíble es que con cámaras en nuestras manos, no nos podíamos detener a grabar dichos paisajes, había que correr para cubrir todas las actividades de la candidata a la presidencia, nuestro objetivo era otro.
No me quedo más que apelar al recuerdo y las maravillosas imágenes de la playa nevada, igual que en en el film “Eterno Resplandor, de una mente sin recuerdos”, me reconectaron con un pasado de relaciones tormentosas, que en algún momento hubiera querido borrar.
Sentí un rato frío y luego mucho calor y no era que la calefacción del auto esté mala, sencillamente fue que el vértigo de la memoria me desarreglo el termostato interior por un rato.
Y es aquí donde viene la parte bonita de la historia, sorteando las lagunas satelitales de un camino donde difícilmente se puede tener en todo momento red telefónica, me llegó un mensaje, tímido y discreto, que me recordó lo emocionante que es empezar a conocer a alguien a quien se ha observado desde la distancia turbadora.
De pronto mi discurso sobre la vida monástica y solitaria comenzó a tambalear y nuevamente mi corazón se puso a latir fuerte y alegre. La ficción entonces se fortaleció y los paisajes que no podía filmar se imprimían a fuego en mi mente, todo lo que pasaba a través de mi ventana quedaba registrado con cierta atmósfera Andrei Tarkovskiana, lentamente mis parpados fueron entregándose y caí en el más profundo sueño. Al despertar no estaba seguro de lo que recordaba, no sabía que había sido sueño y que realidad.
Abrí mis ojos respirando tranquilidad y me alegré al ver que los paisajes conmovedores aun pasaban por mi ventana.

XX

Todos necesitamos alguna vez borrar algo de nuestra memoria, pensándolo bien muchas veces he querido desaparecer periodos completos de mi historia, luego con el paso del tiempo voy descubriendo el por que de algunas cosas y en ese momento como por arte de magia me doy cuenta de que no las quiero borrar. Recordar: Redeo – Cordo: Volver a pasar por el corazón, un ejercicio, un rito que nos hace más fuertes aunque a veces, la mayoría de las veces, el primer paso duele.
De este modo mirar para atrás, hacerse cargo y caminar con más convicción. Lo aprendido no nos lo quita nadie.
Parece que es, exactamente eso lo que me seduce de los días de rodaje, pues se intensifica la magia de recordar el presente como si fuera pasado o futuro y no solo eso, también es un momento en el que hay que hacerse responsable de cada uno de los actos, sin dudar.
Si algo no resulta, es el equipo completo el que pierde la apuesta de torcerle la mano al destino, quienes te rodean dependen de ti y tu de ellos, estamos espalda con espalda en la batalla.
Aunque el rodaje del cortometraje XX solo duró tres días nos acercamos a un ideal, donde cada roll es una pieza importante para llegar a un sueño que formuló alguien y donde cada persona da lo mejor de lo suyo, simplemente por el placer de viajar en un tren que solo tiene estaciones oníricas.
Solo queda esperar que el material llegue bien a Argentina y sea revelado con el cuidado que se merece un trabajo hecho a pulso y con mucho cariño.
El tratamiento del blanco y negro se hizo conservando la gamma de grises que ofrecía la película, solo en un par de tomas use un filtro amarillo que resaltaba las pieles, la idea era alejarse de un tipo de imagen expresionista, la historia nos invitaba a crear sombras duras solo en las escenas de noche, en cambio en los exteriores buscábamos atmósferas frías y grises.
Mientras nos llegan noticias del material, solo queda aplacar los nervios con el recuerdo de un rodaje fluido, motivador, empático y placentero.
Por cierto Andres Waissbluth, Bruno Bettati, Pingüino, Gabriela Larraín y Javiera Iturra me dieron una gran lección de credibilidad y compromiso. Desde la sala de maquinas mantuvieron a muy buena temperatura el rodaje. Que bonita familia!!!!

La casa de las dagas voladoras

Casi sin pensar, como por un embrujo, termine en el cine viendo “La casa de las dagas voladoras”.
Entre sin expectativas, pues Zhang Yimou es un director del que se puede esperar cualquier cosa, su filmografía navega por historias y personajes tan diversos, que cuesta reconocer su autoría en algunas de sus obras. Tal vez es eso lo que me gusta.
En el caso de esta película lo que más experimenté fue la sorpresa, la historia da giros y giros y la única razón maravillosa es que a los personajes no les interesa traicionar ni el amor, ni a si mismos, son ellos quienes a fin de cuentas trazan su propia línea del destino.
El tiempo transcurre y los sonidos se transforman en símbolos tan fuertes como los que traen las imágenes… no les voy a contar de que se trata la película, no se preocupen...
El eje central es Mei, un ángel guerrero, complejo y cautivador, en realidad una caja de Pandora, que sobrevive en un mundo lleno de batallas mágicas. Donde lo que se pone a prueba es la esencia del espíritu humano, y las virtudes físicas son solo el telón de fondo de cualquier buen guerrero.
Lo más increíble es que, cuando terminó la película, los créditos se convirtieron en el telón de fondo de una nueva sorpresa, a mi lado estaba sentada Mei, en realidad el otro lado de Mei, aquel que solo se vio al final de la película, que sin perder el espíritu de guerrera dejaba caer algunas lagrimas.
Hoy me cuesta separar la alegría que me dio ver la película, de lo cautivadora que se veía, la Mei de las luces encendidas.

Paréntesis

Hace un par de días vi Paréntesis, una película joven muy joven y quiero pensar que es ingenua, por que el uso del lenguaje cinematográfico es fresco, buscador, guerrillero, Pero la moral que valida es los mas conservador que he visto en el cine chileno.
Pero antes que nada tengo que decir que las actuaciones me encantaron, que la imagen me sedujo, del mismo modo que el montaje y la música, podemos partir por ahí... Por que es una pelicula seductora.
Me hizo mucho sentido el retrato del chile que no me gusta, es extremadamente certero en la descripción de la superficialidad que viven hoy muchos de nuestros compatriotas, el egocentrismo de los personajes y sus problemas existenciales son un fiel retrato de un porcentaje importante de la población, que ha olvidado lo que es la solidaridad y la confunde con la empatía sin vínculos.
Un tipo de personajes que vive tan desconectado de su país que pese a tener acceso a la información y a la “cultura” y tener un buen pasar, no es capaz de abrazar el rito de la generosidad en el dolor y la alegría.
El único personaje que en un principio no habla y que supuestamente se auto construye como un héroe, el gurú, el alma pura, es un guatón ricachon que no hace más que regalar libros de autoayuda o taquilleros. Que para mal de males casi al final de la historia se manda un discurso en valida el abandono empático de nuestra intuición, de nuestra búsqueda del amor.
Es una verdadera pena que el personaje principal termine traicionándose a si mismo, después de ver la luz de la vida, después de descubrir el amor incondicional, abandonando a la mujer que le enseño a sentir la vida en la yema de los dedos, simplemente por que ella no estaba en un buen momento, simplemente por que ella no lo podía reconocer, y el pobre muchacho dejó de ser el centro de la atención.
Mi decepción vino después del discurso autocomplaciente del guru que confundió desprendimiento con abandono. Estaba bien mientras escuchaba y a través del silencio hacia de oráculo espejo, pero este se rompió en el momento en que abrió la bocota, mato la magia.
El fin de la peli es de los finales tristes que he visto en los últimos tiempos, pues el protagonista se queda donde más daño hace. Se queda en el lugar donde descubrió que no quiere estar.
Perdón por la sinceridad, pero es que esa es la superficie que no me gusta y que busca imponerse sobre un Chile que prefiero, un chile que reconozco más alegre, un chile solidario, preocupado el prójimo, un chile que comparte, el chile generoso.

Ojalá que la locura de Mikela (creo que así se llama el personaje que interpreta Carolina Castro) predomine por sobre todas las cosas