Algún día te podré ver sonreír y el mar ya no será el mismo, el viento soplará tu pelo largo, el tiempo se detendrá solo para sorprenderse y verte crecer como un magnolio.
Ya no tendré que recordar tu rostro, que hoy olvido instante a instante para no acostumbrarme a tu presencia ausencia.
Escucharemos canciones del pasado para agradecer a la vida los Good Morning Blues de Ella Fitzgerald o jugaremos a que no hemos escuchado nunca un clásico de nuestra infancia, y las hojas caerán diciendo Everytime We Say Goobye y adivinaras mis palabras para seguir riéndote de mi, de mi distracción.
Y tal vez veremos niños correr, pensando que son nuestros o tal vez serán nuestros pero, para que no crezcan tan rápido, no queramos creerlo.
Algún día verás tus huellas en la arena y saltarás de alegría por que la vida era más simple de lo que imaginábamos y aun seremos los niños que corren bajo el sol de la tarde.
Algún día despertaré y dejaré de soñar que estoy soñando, te veré con el rostro iluminado por la luz de la mañana y tus huellas frente al mar no serán las mismas.
Seremos tipos simples, en un pueblo donde las mariposas te descubren y los viejos comparten la siesta con los perros de la cuadra o estaremos en cualquier ciudad corriendo como locos para llegar a la última función de teatro.
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